Carlos Monzón, un Campeón del Mundo poblado de vacío 
Por Cristina Castello

* "Cuatro veces me casé y cuatro veces me equivoqué. Nunca tendría que haberme casado"

* “Sin mí, Alicia Muñiz estaría desprotegida. Yo la protejo”, me dijo. Hice esta entrevista en febrero de 1987 y en febrero de 1988, el Campeón mató a su mujer. 

Carlos Monzón (44) el campeón del Mundo no tiene sueños.

Tiene sueño, pero necesita somníferos para dormir.

Poblado de vacío, me dice que está conforme con su vida.

Con su dinero, y con su soledad.

Fue campeón del mundo y unió dos coronas: la del Consejo y la de la Asociación Mundial de Boxeo.

Tuvo lo que jamás hubiera imaginado, en los días de su infancia de pobreza. Dinero, fama, viajes.

Y mujeres, de un mundo al que jamás había pensado acceder. También trabajó como actor y emprendió algún negocio.

Se casó cuatro veces y tiene cinco hijos. Ellos son: Carlos (26), Silvia (24), Abel (19), Raúl (15) y Maximiliano Roque (5), éste de su matrimonio con Alicia Muñiz (30) de quien se separó en agosto.

Carlos Monzón

Y mujeres, de un mundo al que jamás había pensado acceder. También trabajó como actor y emprendió algún negocio.

Se casó cuatro veces y tiene cinco hijos. Ellos son: Carlos (26), Silvia (24), Abel (19), Raúl (15) y Maximiliano Roque (5), éste de su matrimonio con Alicia Muñiz (30) de quien se separó en agosto.

Monzón no quiere que sea boxeador. Quiere una vida distinta para él.

Quizás para que educación y valores, sean su defensa.

No los puños.

Hoy, abuelo de cuatro nietos, vive vacío de sentido.

Se levanta muy tarde y pasea con el hijo pequeño, quien vive con la mamá.

Con Alicia Muñiz.

Y después, boliche y copas, algún partido de truco y mucha tevé.

Nada. La nada. (C.C.)

- ¿Quién es usted?

- Carlos Monzón, el campeón.

- De aquello queda el recuerdo, ¿qué hace ahora?

- Nada.

- ¿Qué es "nada"?

- (Se ríe) Me levanto a las diez u once, voy a "La Cuyanita" -el boliche de un amigo, en Martínez- después vengo al Luna y antes de dormir paso de nuevo por el bar.

- ¿Allí juega al tute?

- Sí, y al billar, y al truco. Cuando me voy paso a veces por la Recoleta para tomar un whisky y después, a mi casa: si todavía hay televisión miro un poco. O duermo.

- Usted trabajó en cine y en el teleteatro "Pelear por la vida". ¿En qué quedo aquello?

- En nada, porque ahora ofrecen dos mangos y yo soy muy caro. Me llamaron varias veces, pero yo no pienso trabajar  ocho horas, si no me conviene lo que me pagan. Quiero dólares, mucho.

Carlos Monzón

- Para exigir habría que dar. Alguna vez estudió con el actor Carlos Muñoz, ¿no piensa seguir?

- No, no tengo ganas.

- Es una buena razón. Pero  está por hacer una película con Moria Casán.

- Es probable. Me llamó el director  Daniel Tinayre y tiene que mandarme el libro: si me gusta voy a aceptar, pero será para abril, porque por ahora quiero seguir así.

- ¿Sin hacer nada y vaciado de alma?

- Sí, lo único que quiero hacer es acompañar a Darío Matteoni -uno de mis dos pupilos y campeón argentino, igual que el otro- para su pelea en París. Iré en marzo, volveré a Buenos Aires por quince días y después viajaré a Italia para hacer una publicidad de  la RAI.

- Para seguir viviendo el mundo del show?

- Para que me den mucha plata y ropa. Por eso acepté. Quiero más plata, mucho más.

- ¿Le gustaría tener un proyecto de vida, algo que justifique su paso por el mundo?

- No, porque tengo todo.

- ¿Qué es todo?

- Fama, plata, buena casa y buen auto. ¿Qué más quiero?

- ¿Tiene amor?

- No, salvo por mis hijos y por mis nietos.

- ¿No le gustaría despertar con una mujer, con la misma dicha del amor en la noche?

- No. Cuando llego a mi casa tomo una pastilla, abrazo la almohada y me duermo, y si quiero otra cosa, busco una chica y la llevo a mi casa. Pero al otro día ella se levanta y se va. Eso es lo que quiero.

Carlos Monzón

- Le falta una creencia, algo que dé sentido a su vida...

- Sí, yo  tengo fe en Monzón. Y en Dios: todas las noches beso el crucifijo y al día siguiente le pido que me dé vida, para seguir manteniendo a mis cuatro hijos y a mi madre.

- ¿Piensa aún que no necesita un psicólogo?

- Mi psicólogo soy yo. Siempre me las arreglé solo.

- Pero Alicia Muñiz, su ex mujer,  dijo una vez que cuando usted está solo "se desbanda y se siente mal y desprotegido".

- No es cierto. La desprotegida sería Alicia Muñiz, si no tuviera un marido como yo. Yo la protejo. Tengo mucha plata y le pago todo. Y mientras yo esté vivo a Alicia no le faltará nada.

- ¿Qué quedo de usted, cuando en julio del '84 reconquistó a su esposa con un ramo de jazmines y ganas de luchar?

- No quedó nada. Ya no la  extraño ni quiero volver con ella.

- Compartió años con ella, ¿no le tiene afecto?

- Afecto sí -y ella a mí-, pero nada más. Pero de ese tema no quiero hablar.

- Está bien. ¿No más mujeres?

- No. Nunca tendría que haberme casado. Cuatro veces me casé y cuatro veces me equivoqué. Yo nací para estar solo.

Alicia Muñiz

Carlos Monzón, padre de Maxi

En carne viva

-¿Quiere que su hijo sea boxeador?

- Que Dios no lo permita: que sea cualquier cosa, menos boxeador.

- ¿Por qué?

- Porque es un deporte duro y difícil. Tiene  muchas prohibiciones y sacrificios y de los mil que lo intentan, llega nada más que uno.

- Como usted. Fama y halagos, jet set y  desierto en el alma...

- Sí, pero yo empecé en esto porque mi familia no podía mantenerme,

- ¿Usted tenía sueños?

-  Sí, quería tener plata. Y empecé con esto, porque mi familia no podía mantenerme.  Pero ahora tengo plata.

- Quiere para él lo que usted no tuvo. ¿Le gustaría que fuera profesional?

- (Se le ilumina la mirada) Sí,  médico, y que me atendiera a mí, con una chaquetilla blanca. Quiero que sea importante.

- ¿Qué mundo le gustaría para él?

- Uno parecido al de mi infancia, pero sin las privaciones que yo pasé.

- ¿La pelota de trapo y el campito de la esquina?

- Sí, un mundo lindo y simple, no como el de ahora con tanto bombardeo de la televisión. No quiero para él tantos juegos electrónicos, ni tan poca inocencia. Porque a mí  me gusta la democracia,  pero Argentina  está muy mal y os chicos tienen  demasiados peligros.

-  Eso no es responsabilidad de la democracia, sino de un modelo que empieza a insinuarse en el Mundo. El neoliberalismo.

No sé cómo se llama. Pero en Argentina h no hay trabajo;  cierran fábricas y la gente no tiene ni  para comer. Y hay droga, mucha droga. Tengo miedo del futuro y por eso me esfuerzo en la educación de Maxi.

¿Sabe? ¡Maxi será doctor¡ (Cristina Castello)

Hice esta entrevista a Carlos Monzón en 1987. Dijo que protegía a su ex-esposa, Alicia Muñiz. Él mismo la asesinó,  el 12 de febrero de 1988.

¿Condena moral o piedad para él? Cada uno tiene la respuesta

Lo cierto es que todos los países pagan fortunas a los deportistas destacados y a  muchas figuras superfluas del espectáculo. Y no piensan en científicos, artistas, pensadores, ancianos y niños. Quienes mueven los hilos de este Poder son grandes responsables. Del horror que viven los “campeones” vacíos de alma, como Monzón y tantos “ídolos”;  y de la omisión para quienes iluminan la vida del Mundo, con lucidez, sacrificio. Y arte.

Carlos Monzón murió en un accidente automovilístico en 1995, durante una de las salidas que le permitían en la prisión, donde pagaba su culpa. Fue uno de los más grandes deportistas de Argentina.

 Siento piedad por el Campeón, pero más piedad siento por Alicia Muñiz, a quien también entrevisté: era una buena mujer. (Cristina Castello)

Publicado en Revista «Gente», 26 de febrero de 1987 – Buenos Aires

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