Orfeo en la orilla
poema de Gustavo Caso Rosendi

¿ Qué hemos engendrado en tanto desencuentro ?

¿ un hijo que sobrevuela la oscuridad para contemplar la primera luz ?.

¿ Acaso nos hallamos cuando el destino

ya había decidido que no nos fregáramos ?

¿ qué busca en la vida, él, que lleva en sus ojos la tiniebla ?.

¿ Por qué lo aman las muchachas vivas y las muchachas muertas ?  

Temo, Eurídice, que Nosferatu sea lo que fuimos.

Lo he visto, saliendo del ramo que había depositado

en tu sitio. Y enarbolé mi lira, como si espantara

aquel lecho de barro donde nos miramos por última vez.

Nuestras manos, nuestros sexos, nuestros ojos

se han separado para unirse en un par de alas de vampiro

que se agita en la noche, sabiendo que el día le está negado

para siempre.

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