Rememoración de la muerte de Cabañas
Por Lic. Miguel Cálix Suazo

mcalixs@yahoo.com  

Coordinador Comité Pro Restauración Casa en que murió Cabañas
Vice Presidente del Instituto Morazánico
Secretario General de la Fundación Morazánica

Según uno de los biógrafos de José Trinidad Cabañas Fiallos, el Doctor JOSE REINA VALENZUELA, un día de la Pascua de Navidad de 1870, corrió la noticia de que “el General” estaba grave y medio Comayagua se movilizó para indagar la verdad. El viejo Soldado estaba en angustiosa lucha con la muerte. Desde principios de diciembre había dejado su finca a orillas del Río Selguapa, trasladándose a la capital porque los aires fríos reavivaban el reumatismo y le afectaban profundamente su salud, y su médico el Dr. Jesús Bendaña fue de parecer porque buscara reposo, sometiéndose al régimen que habría de indicarle. La antigua casona en que convalecía el Héroe era una colmena: entraba y salía gente de todas las condiciones sociales; hubo junta de médicos: se llamó a Don Rómulo Colindres, al Dr. Pedro Francisco de La Rocha que era Ministro del Gabinete y al Lic. Don Manuel Fernández; los amigos velaron al enfermo largas noches para acompañar también a Doña Petronila, su amante y abnegada esposa, en aquellos momentos de angustia y hasta el Gobierno se interesó por la salud de aquel ilustre enfermo. Pero la ciencia médica, que no estaba tan avanzada en nuestro medio, fue impotente para vencer una “Neumonía doble” y una “oclusión intestinal complicada” según reza el dictamen de los facultativos. El 8 de enero de 1871, las campanas de la imponente catedral, anunciaban con sus dobles melancólicos, que El Soldado Ilustre de la Patria, el General José Trinidad Cabañas Fiallos, acababa de morir.

 

Aprovecho para destacar que la casa del duelo perteneció una parte, al Lic. Serapio Hernández Castellanos (del portón principal para el Norte, en donde hoy se encuentra el Restaurante Villa Real) y la otra que comprendía la esquina, a Don Jesús Padilla, que hoy  es propiedad del Instituto Hondureño de Antropología e Historia, al haberla adquirido por compra a NENA MARIA SALGADO PADILLA, RAMÓN PADILLA y ALEYDA FONSECA LÓPEZ, herederos de don Jesús Padilla. La restauración de dicha casa será iniciada este 8 de enero de 2008.

 

Señala Reina Valenzuela que las exequias fueron solemnes, presididas por el Vicario General y el alto Clero, con asistencia del señor Presidente de la República Capitán General José María Medina,  altos funcionarios, sociedad y pueblo; un piquete de tropa y la Banda Marcial formaron el cortejo y nadie se apartó del séquito hasta llegar al templo de San Sebastián. En el atrio de la Iglesia de la Merced, fue colocado el ataúd en un catafalco; se rezó un responso y EL LICENCIADO DON MANUEL COLINDRES PRONUNCIÓ UNA ORACIÓN A NOMBRE DEL PODER EJECUTIVO. El Cortejo prosiguió entre marchas y sollozos y al bajar a la tumba, tres descargas de fusilería y varios cañonazos, dieron la señal de que el General José Trinidad Cabañas Fiallos se había incorporado a la madre tierra. El Presidente José María Medina, que le había adversado en el campo de batalla, fue el primero en honrar su figura prócer, emitiendo un Decreto en el que le llama “Benemérito y Soldado Ilustre de la Patria”, ordenado las exequias y el Réquiem “con todo el aparato correspondiente a tan distinguido Ciudadano”, haciendo llegar a Comayagua “la fuerza estacionada en La Paz, para que unida con la que se halla en esta plaza, haga al cadáver los honores de ordenanza”, y mandando que los gastos fuesen pagados por el Estado.

 

La prensa centroamericana se refirió al doloroso suceso con respeto, enalteciendo las virtudes de Cabañas. 

Lic. Miguel Cálix Suazo

Ir a índice de América

Ir a índice de Cálix Suazo, Miguel

Ir a página inicio

Ir a mapa del sitio