Morazán era católico
Por Lic. Miguel Cálix Suazo

Vicepresidente del Instituto Morazánico
Vicepresidente Academia Hondureña de Geografía e Historia
mcalixs@yahoo.com  

Al calor de las pasiones, los adversarios políticos de Morazán lo acusaron de ateo, hereje, anticristo y otros términos insultantes similares; y que podría ser excomulgado. Con tales expresiones se buscaba presionarlo para que desistiera de sus propósitos de salvaguardar el imperio de la Constitución y las leyes, así como defender la Independencia de Centroamérica. Los documentos manuscritos que poseo y que he dado a conocer en mi obra LA POSTERIDAD NOS HARÁ JUSTICIA (6 volúmenes) demuestran la falsedad de tales acusaciones, la que se puede evidenciar si se analiza la vida de Morazán por el final, por el principio o cuando fue gobernante. En este artículo lo hago comenzando por el día de su muerte, en que su fe católica  queda totalmente comprobada, ya que en el amanecer del 15 de setiembre de 1842, en la ciudad de Cartago, Costa Rica, se confesó ante el sacerdote Vicario Foráneo don José Gabriel del Campo. Además, en la segunda línea de su Testamento expresó: “En el nombre del Autor del Universo, en cuya religion muero”. Luego, en la sétima cláusula de dicha página cívica, en la que debieran aprender a leer los niños de Centroamérica, como decía Marco Aurelio Soto, manifiesta: “Declaro que no tengo enemigos, porque ni el menor rencor llevo al sepulcro contra mis asesinos que los perdono y les deseo el mayor bien posible”, expresión similar a la del Mártir del Gólgota cuando dijo “PADRE PERDÓNALOS PORQUE NO SABEN LO QUE HACEN”. Y minutos antes de que sonaran los disparos asesinos, Morazán se santiguó: “En el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo”. Esto lo asegura un testigo presencial del fusilamiento del Caudillo, el señor Carlos Ulloa, joven  entonces y posterior-mente Obispo de Costa Rica. 

Dos semanas antes de morir, Morazán fundó un colegio de segunda enseñanza que bautizó con el nombre del Santo de la Juventud, San Luis Gonzaga, y que todavía lleva ese nombre, centro de enseñanza considerado por las autoridades costarricenses como la vanguardia educativa del país. Con fecha 8 de julio de 1842, logró poner de acuerdo a los párrocos de San José y Cartago, para que los josefinos devolvieran a los cartagineses la imagen de la Virgen de Los Ángeles, la actual Patrona de Costa Rica, que les habían capturado como botín de guerra. Además, dio autorización al párroco de San José para mandar a construir una imagen igual, para adoración de los josefinos, la cual sería costeada por el Estado. El 26 de mayo de 1842, mediante nota Nº 87 de Hacienda ordenó a las autoridades civiles del Estado para que se hicieran presentes en la función del Corpus Cristi, una de las solemnidades más grandes de la Iglesia Católica. También es digno de tomar en cuenta la fórmula que estableció con fecha 10 de agosto de 1842, al sancionar el Decreto N° 81, para el juramento de los Diputados y funcionarios municipales cuando tomaban posesión de sus cargos, ya que los obligaba a jurar la fidelidad y respeto a las leyes DE RODILLAS y sosteniendo en sus manos los Santos Evangelios y una imagen de Cristo Crucificado.

Lic. Miguel Cálix Suazo

Vicepresidente del Instituto Morazánico
Vicepresidente Academia Hondureña de Geografía e Historia

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