Insólitamente negro
Carlos Calero

Esta tarde y la arquitectura del mundo, y sobre las cornisas católicas del templo en Desamparados unas palomas dormitan terriblemente tristes; y para qué un deseo y evadir las amenazas del esmog con garra atosigante en los basureros metálicos de la municipalidad. Entre estas palomas y mi palabra gris deambula el demonio, y Cristo yace clavado en el altar del silencio. Grotesca, la luz de un farol rasga la ciudad del sepulcro y la puerta se apoya en las paredes sin tímpano; el resto del tiempo es negro,… insólitamente tiempo y demonios con tridentes en negro.

Carlos Calero

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