Amigos protectores de Letras-Uruguay

Red social
(The Social Network, Estados Unidos, 2010)
por Germán Cáceres

Dirección: David Fincher. Guión: Aaron Sorkin. Intérpretes: Jesse Eisenberg, Justin Timberlake, Andrew Garfield, Armie Hammer Jr., Max Minghella, Josh Pence, Brenda Song, Rashida Jones. Fotografía: Jeff Cronenweth. Montaje: Kirk Baxter y Angus Wall. Diseño de Producción: Donald Graham Burt. Música: Trent Reznor y Atticus Ross.

 

Mark Zuckerberg (notable Jesee Eisenberg en su interpretación del personaje) lleva estampada en su buzo con capucha la palabra GAP, que puede traducirse como el conflicto generacional (the generation gap) y ésa es la primera provocación de esta estupenda película de David Fincher (el mismo de Pecados capitales, El club de la pelea, Zodíaco y El curioso caso de Benjamin Button). Se trata del creador de Facebook, que hoy es el multimillonario más joven del planeta. Su genialidad para concebir esa red social que tanto entusiasmo despertó a nivel mundial asombra y no puede producir menos que una profunda admiración. Y también mucho temor porque cierto tipo de negocio está en manos de jóvenes que orientan su don creativo hacia la virtualidad absoluta.

Otro punto polémico es que ese universo digital, cuando aterriza en la realidad cotidiana, se traduce en una despiadada e inescrupulosa lucha por imponer un sitio. Así, aunque Mark desarrolló la idea trabajando en la computadora, aquella se la robó a los hermanos Wincklevoss y en cierta forma estafó a su amigo y socio Eduardo Saverin  (muy buena la labor de Andrew Garfield). Y no dudó en conectarse con el dotado Sean Parker (brillante Justin Timbarlake), el creador de Napster, que diseñó un sitio para bajar música, para finalmente quebrar, aunque antes hundió a varias compañías discográficas. Al final, esta despiadada disputa debe resolverse en una conflictiva mesa de negociaciones con el apoyo de abogados y mediadores, en la cual Mark debe resignar una fortuna con tal de preservar su invención.

Es significativo que el protagonista se pase todo el día con la computadora, que sea aburrido y que lo abandone su novia antes de iniciar su exitosa movida, y que después de ésta ella lo siga ignorando porque siempre lo consideró un imbécil. O sea construye una red social, pero se queda completamente solo, sin amigos y sin novia. Pero hay que tratar de evitar los prejuicios al juzgar a Mark: esta misma historia la padecieron grandes artistas y eminentes científicos.

El guión de Aaron Sorkin resulta sorprendente por sus diálogos y el entramado de flashbacks que tienen lugar a partir de la mesa de negociaciones. Fincher, a su vez, imprimió un ritmo velocísimo a la narración, tal vez para impregnarla del espíritu de estos tiempos, representado por estos jóvenes audaces y talentosos que piensan y actúan con rapidez. El montaje de Kirk Baxter y Angus Wall es tajante, filoso, y obliga a seguir el filme con suma atención: el espectador que no se concentra se queda afuera.

La bella fotografía de Jeff Cronenweth aporta un respiro a tanto vértigo y excitación.

Red social, es una excelente película de visión imprescindible para saber qué está pasando en este siglo XXI.

Germán Cáceres

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