Claus y Lucas, novela de Agota Kristof (Libros del Asteroide, Buenos Aires, 2022,472 páginas)  - reseña de Germán Cáceres germanc4@yahoo.com.ar

Se divide en tres partes: «El gran cuaderno», «La prueba» y “La tercera mentira».

Su prosa es muy fluida, de párrafos breves y concisos.

Impresiona su calidez, la carnadura de sus personajes. Los protagonistas son los mellizos Claus y Lucas, que realizan comentarios y reflexiones muy particulares que hacen evocar a los del filme de Werner Herzog El enigma de Kaspar Hauser (1974).

Se trata de una novela muy original y profunda (”Las palabras que definen los sentimientos son muy vagas; es mejor evitarlas y atenerse a la descripción de los objetos, de los seres humanos y de uno mismo, es decir a la descripción fiel de los hechos.”) A tramos adquiere el tono de un texto naturalista.

Los capítulos cortos relatan anécdotas curiosas, pero luego se advierte que estas van sumergiendo al lector en un mundo sórdido.  Los  mellizos son cuidados por una abuela envenenada de la vida, que los hace trabajar, los insulta y les retacea comida.       

En «El gran cuaderno» se comentan hechos de la guerra (no se especifica cuál, pero se trata de la Segunda Guerra Mundial; tampoco se informa en qué país tiene lugar, pero luego refiere la ocupación soviética). Solapadamente o con sugerencias se condena su horror: la miseria y la sordidez bélica que empujan a los mellizos a la crueldad y a la falta de escrúpulos. 

«La prueba»

Mientras esta parte es narrada por Lucas («El gran cuaderno»  lo hacen ambos mellizos y «La tercera mentira» Claus).A partir de aquí la novela deriva hacia climas y atmósferas de extrañamiento y amargura. En el poblado donde transcurre la acción se ha instalado una desinhibición total frente al sexo: el abuso y el incesto son comunes. Todos los personajes son solitarios e irracionales y les cuesta comunicarse. Las pasiones de Lucas se vuelven tormentosas.

La sorpresa es empleada con frecuencia (paso del tiempo sin indicar qué  sucedió, muerte o desaparición de un personaje). 

«La tercera mentira»

Aquí en determinado momento Claus confiesa: “Por muy triste que sea un libro, nunca puede ser tan triste como la vida”.

Los hermanos tienen sueños con imágenes  muy bellas, aunque resultan espeluznantes e ingresan en el terreno de la muerte. La novela toma un giro fantástico y se orienta a mezclar tiempos, y que se hable indistintamente de Claus y de Lucas. Un tío de ambos afirma: ·”Ya no me apetece hacer nada, he perdido el gusto de todo. Ni siquiera tengo sueños interesantes, solo sueño tonterías”. Y más adelante el tono de la novela se vuelve amargo y hasta trágico. Así, Claus agrega:”Le digo que la vida es una futilidad absoluta, que no tiene sentido, es una aberración, un sufrimiento infinito, un invento de un No-Dios cuya maldad rebasa la comprensión.”

Notable la traducción de Ana Herrera y Roser Berdagué.

Agota Kristof nació en 1935 en Csikvánd, Hungría, pero en l956 se trasladó a Suiza por razones políticas. Después de aprender francés escribió en esa lengua a partir de 1986, que fue cuando concretó «El gran cuaderno», seguido de «La prueba» (1988) y «La tercera mentira» (1992). Ha escrito otras obras de teatro y de narrativa, su trilogía - considerada una obra maestra-, obtuvo importantes premios: el Alberto Moravia (Italia), el Gottfried Keller y el Friedich Schiller (Suiza), y el premio austríaco de Literatura Europea. Murió en 2011 en Neuchãtel, Suiza,

Germán Cáceres
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Editado por el editor de Letras Uruguay

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