Entrevistamos al poeta y crítico inglés Sam Nico
Por Luis Benitez

Sam Nico es una presencia frecuente en numerosas revistas literarias inglesas, en su triple calidad de poeta, crítico y también filósofo. Aunque nació en Austria en 1951, lleva mucho tiempo afincado en tierra inglesa y en esta entrevista nos brindará algunas precisiones sobre su propia obra y el ambiente donde se desarrolla la poesía inglesa actual (revistas, recitales, etcétera). Veremos similitudes y diferencias con lo que sucede en nuestros países sudamericanos. 

LB: Sam, nos gustaría saber, primeramente, qué ha publicado hasta la actualidad.

SN:  Poesía en una cantidad de pequeñas revistas. En Inglaterra hay un gran mercado de  revistas que publican poesía.  Los editores más grandes parecen tener sus propias prioridades, y publican a menudo en función de temas para el mercado general (por ejemplo: un poema por día, poesía de guerra, poesía según grupos étnicos, etc.).  La verdad es que no hago ningún esfuerzo en este sentido. Algunos de nosotros recientemente hemos exhibido nuestra poesía aunada al  arte en una exposición local, lo que se hizo agradable y con éxito.  Existe una fuerte tradición de leer poesía en bares, festivales y otros ámbitos y esto es más grato que publicar en el contexto  político y cultural  actual.

Me  gusta la idea de ediciones "alternativas". Por ejemplo, hay un restaurante muy cerca llamado Peppertons que ofrece una atmósfera realmente fuera de lo común. También es una galería de arte, y tienen salones donde se llevan a cabo todo tipo de actividades. De hecho, tienen un sitio en la web (www.peppertonuk.co.uk/artproj/poetmain.html) que también funciona como un medio de difusión de todas sus actividades. Incluso han  ubicado allí algunos poemas míos, así que quizás  usted y los lectores pueda verlos también. 

En cuanto al tema filosofía, he publicado una serie de ensayos y artículos en distintas revistas de la especialidad, la mayor parte de ellos comentarios críticos de libros. Un reciente ensayo sobre la naturaleza del tiempo en la poesía de T. S. Eliot apareció en "Pasajes", publicada por The Chrysalis Reader en los Estados Unidos, mientras que una revista titulada "Things Heard and Seen"  (Cosas oídas y vistas) de Inglaterra me ha publicado algunos artículos sobre aspectos filosóficos de temas bíblicos.

Con respecto al arte, publiqué una cantidad de brochures sobre el arte y la filosofía de John Latham. También una "Memoria sobre la convergencia entre arte y ciencia" para el Museo de Arte Moderno de Oxford, para acompañar  su exhibición allí, un folleto sin título para el Instituto Isaac Newton de Cambridge y "John Latham en la mira" para el Tate de Londres.  

LB:¿ Qué nos puede decir sobre los principios básicos de su poesía? 

SN: Yo escribo poesía pero también estoy interesado en  la ciencia, el arte, la filosofía, la religión, los estudios críticos, etc. Podría parecer como que éstas fuesen distintas áreas de interés, pero verdaderamente son sólo un área de interés.  Para ellas y para las instituciones, pueden haber sido colocadas en compartimentos convenientes, pero en términos de experiencia, reflejan maneras de ver que a menudo imaginan que no somos parte de la realidad como seres humanos. La objetividad de la ciencia es un caso puntual.  La religión en su peor forma tiende a enfatizar los planos más altos con poca atención al plano ordinario de la existencia. Cuando quiera que esta conexión se pierde, el conocimiento se congela en el dogma.  La poesía y a veces el arte tratan esta cuestión en una manera en que no puede utilizarse el discurso normal, pues la realidad es siempre un drama en el cual participamos íntimamente.  En consecuencia yo veo a la poesía y a la expresión poética como una forma fundamental del conocimiento, igual, si no superior, a otras categorías menos comprometidas del pensamiento que se extienden largamente hasta percibir la realidad como si no fuera un drama.  En lo personal, a menos que a una idea pueda dársele expresión poética, sirve para  poco. Las practicidades son importantes pero a menos que sean movidas por el espíritu, somos amenazados con la repetición, una especia de muerto vivo en el cual aceptamos cualquier dogma que prometa poner leche en el café y nafta en nuestros autos.  En por lo menos tres ocasiones hace poco he leído que deberíamos decidirnos por lo que la ciencia nos dice sobre la realidad y conformarnos con eso. Es esta actitud de percepción limitada  con la que siento que la poesía está en litigio, y es una guerra real, porque  la naturaleza épica de una vida individual está quedando reducida rápidamente a una opereta  sin significado. 

LB: ¿Y qué hay de las influencias en su poesía?  

SN: Esta no es  una pregunta tan fácil de responder. Por supuesto, están las influencias de costumbre que vienen de la época de la escuela, y supongo que debo a ellas mi agradecimiento por acercarme a la poesía. Las voces que recuerdo más claramente de aquellos días son las de un poeta irlandés, W. B. Yeats y T.S. Eliot, quien es tanto inglés como norteamericano. Pero cualquiera puede fabricar una lista, lo cual no es demasiado útil. Ahora tiendo a "descubrir" la poesía al azar más que deliberadamente. En los últimos años, por ejemplo, me ha llegado a gustar  U. A. Fanthorpe, cuya poesía está siempre bellamente relacionada a su experiencia y ella siempre tiene la habilidad de hablar tan fácilmente sobre temas que transitan mucho más profundamente, y que da a la experiencia una dimensión que está siendo corroída pero que ella restaura en alguna medida.  Esto es un logro de verdad.  Les Murray es un poeta australiano que escuché por la radio, y cuya obra es bastante singular.  Yo tengo suerte si escribo un poema al mes, y luego no sé si es bueno. Les Murray parece producir un río interminable de palabras, y casi siempre alcanzan una calidad que sólo puedo envidiarle -un verdadero poeta- especialmente al  poder sustentar una visión durante tanto tiempo.

Pero éstos son poetas bien conocidos.  Existen muchos poemas que han tenido influencia sobre mí pero no puedo recordar quién escribió cada uno.  Quizás éstos son los caminos de la poesía.  No obstante, lo que me ha impresionado más son los poetas a los que he conocido personalmente.  

LB: ¿Quiénes por ejemplo, Sam? 

SN: Uno en particular, que vive cerca de mi casa, es Brian Dann.  Puede que no sea muy conocido pero es un poeta raro, maravilloso.  Su casa está llena de poesía así como

de libros sobre tantos otros géneros.  Yo diría que existe muy poca gente viva hoy día que sea tan conocedora de  la poesía como él. A los 80 años de edad, es todavía la "fuerza motriz" por estos lados. Organiza veladas poéticas en su casa,  conferencias sobre poesía, y también realiza talleres. Lo que es más desusado es que parece poder inspirar a otros para escribir poesía.  Su filosofía  sería  que existe poesía en todos, dado que cada uno está vivo, y que estos dos elementos, vida y poesía, no son separables.  Está escribiendo una larga serie de poemas sobre la Catedral de Chartres en Francia, pero si le preguntas por qué lo está haciendo, contestará: "no lo sé". En realidad sus poemas  son tan detallados en cuanto a la historia, la forma de construcción, la gente que la construyó, lo que representa, que pienso que podría construirse nuevamente con sólo sus poemas como guía.  Además su enfoque benévolo y el estilo  de sus críticas son tales que siempre apuntan a extraer lo mejor de uno.  Luego está también Euan Hill, un hombre muy viajado que trabajó en el Brasil durante buena parte de su vida laboral.  Estudió filosofía muchos años atrás, habiendo sido Wittgenstein su tutor, y me ha mostrado los  niveles de su preocupación que apuntan a la poesía como conocimiento.  El lenguaje común habla de cosas limitadas pero la poesía puede "mostrar" lo que no puede expresarse de otras formas.  Y luego está Gastón Hidalgo, un hombre cuya poesía está fogoneada por un espíritu apasionado, lleno de una hermosa imaginería.  Existen muchos más como ellos que no son demasiado conocidos y quizás éste sea el punto.  Ser "famoso" no es el objetivo del poeta.

LB: ¿Otras fuentes de su estética?

SN: Hay influencias que no son obviamente poéticas, como la obra de algunos filósofos y otros. Tengo en mente a un filósofo como Kierkegaard, los Upanishads, Alfred North Whitehead, Platón, Schopenhauer - la lista sería interminable. Hay demasiado que informa  la sensibilidad poética que viene unida a esa sensibilidad. Supongo que la naturaleza de la poesía para mí es el equivalente de los primeros filósofos que no percibían  distinciones y estaban interesados en todo.

LB: ¿Cuáles son sus proyectos para el futuro como poeta? 

SN: Es difícil hacer planes de largo plazo. Por el momento, estoy escribiendo algo que pensé podría ser un poema corto con relación a la importancia simbólica de los números. Se titula "La Guerra de los Números" y es efectivamente una historia de la creación. Yo noté mi obsesión por los mitos de la creación cuando me di cuenta de que muchos de mis poemas parecen estar relacionados con orígenes y la naturaleza del deseo.  El deseo es la clave para todo, creo, y es fácil ver que esto no juega ningún rol en la naturaleza de las cosas según es expresado por la mentalidad moderna. Entonces mi plan, si así puede llamarse, es reinsertar esto como una droga en el cuerpo del conocimiento que en la actualidad pasa por sabiduría.

Esto es menos fácil de realizar que lo que originariamente había pensado, dado que el deseo está íntimamente ligado a la muerte.  En la cultura que habito, esto todavía se evita como una zona de materias que concierne a todos íntimamente.  Esta alianza de la muerte y el deseo es tan importante, porque en ausencia de un adecuado entendimiento, nos quedamos con la ilusión de que los problemas pueden resolverse eliminando  a alguna gente. En consecuencia, las áreas de crecimiento en economía son todavía las que incentivan la compra de armas, como si algunas muertes resolvieran los temas, cuando en realidad simplemente las intensifican para una generación posterior  en un  momento posterior.  Cada país tiene su propia historia de asesinatos  que traman su desarrollo político, dando sin embargo legitimidad en el uso del idioma apuntando a ventajas, etc. Pero hablando en general, sirven a los intereses de unos pocos y reflejan un orden de deseo distinto, normalmente en lo adquisitivo y en lo material.  Tales son las ilusiones que nos modelan.  Estoy pensando en aglutinar una pequeña colección de poemas que están relacionados con la muerte en su forma más positiva.

LB: ¿Algo más en carpeta?

SN: También estoy escribiendo un libro, o quizás una serie de ensayos, escritos en manera más discursiva, sobre los límites de la ciencia, y lo que esto implica para la vida individual y cómo esos límites pueden superarse  a ese nivel.  Finalmente, siento que el lenguaje de tal debate  es muy restrictivo y encuentro entonces que estoy delineando nuevas ideas y conceptos que se inclinan hacia el método poético como una verdadera forma de entendimiento.  Nuevamente, esto significa que la expresión poética se convierte en una fuente vital de conocimiento, y así apunta  de nuevo a la actividad fundamental de la poesía como una fuerza cultural que es necesaria para sostener  la vida en ella.  Cuando esa vida cesa, la cultura comienza a deteriorarse.  Dada la falta de interés en la poesía, quizás éste sea un signo de que el deterioro ya esta en marcha.

LB: ¿Cuáles  son los poetas latinoamericanos que conocen los británicos, si es que aquéllos tienen  difusión en tu país?

SN: Dado que no se ve a  la poesía como vital y que tan poca gente compra realmente poesía, las secciones de poesía de las librerías son generalmente bastante reducidas. Tienden a estar compuestas por la obra de los ingleses más famosos porque aquí se vende  poco la  de  poetas extranjeros. Es una verdadera lástima. Es difícil encontrar buenas traducciones de autores latinoamericanos pero Internet ha ayudado en esto.  Por supuesto están ciertos nombres "famosos" como Pablo Neruda y Jorge Luis Borges, pero Borges es más conocido por sus cuentos (short stories) y muy pocos saben que ha escrito también poesía. Octavio Paz también tiene su fama aquí como poeta, pero la mayor parte de los lectores de poesía latinoamericana tienden a ser estudiantes que la están estudiando, y se vende poco por placer.  Pero en lo que a mí concierne, ayuda a tener la mente abierta y a hacer que las cosas caigan en las propias manos.  Por lo tanto, Luis, permítame excusarme por la ignorancia general que hay aquí de la poesía extranjera, pero también estoy muy agradecido por haber descubierto su propia poesía  accidentalmente. Estas son las sorpresas que siempre espero. Quizás esto apunte a un método distinto que sea parte del método poético de descubrimiento que es el azar. Sin él, siento que simplemente esperamos a que nos digan cuál es o no es buena poesía, sin  desarrollar nunca un gusto propio.  Este es un método subjetivo, completamente opuesto a la sabiduría común y quizás es así como debiera ser.

Luis Benítez

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