Siete inviernos II
Carlos Barbarito

Pero está el fuego, que purifica. Y
la oscura verdad bajo el cieno.
Alguna mínima virtud luego de la vergüenza.
Horas en la oscuridad y un instante
ante una luz que enceguece.
Lo que se sabe y lo que se ignora.
La astilla, la paradoja, el acicate.
La mano amasa lo que la boca no comerá.
La boca muerde lo que debiera besar.
Oscuros pescadores en quemados arenales.
Oscuros náufragos en patios de cemento.
Qué surge de la tierra.
Qué orbita el cansancio.
Qué se hunde en la ceniza.

Carlos Barbarito

De Siete inviernos

Ir a índice de América

Ir a índice de Barbarito, Carlos

Ir a página inicio

Ir a mapa del sitio