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¿Habrá un cambio de paradigmas en torno a la Historia antigua de Cuba y su Cultura?
por Lohania Aruca Alonso
carua@cubarte.cult.cu

Grupo de Trabajo Permanente Expediciones, Exploraciones y Viajeros en el Caribe (Cuba)

 

Una vez más la Oficina del Historiador de la Ciudad (de La Habana) encabeza y promueve un encuentro de gran envergadura científica nacional, y hasta para la región Caribe, en este caso se trata del Ciclo de conferencias "Arqueología aborigen de Cuba", que se celebró durante los días 21, 22 y 23 de febrero de 2012, en el Salón "Benigno Souza" del Colegio Universitario San Gerónimo.

El propósito fundamental de las disertaciones, además de dar detalles y posibles pistas científicas acerca del extraordinario porta misal de Cristóbal Colón objeto precioso que actualmente se expone en el Museo de La Habana, fue la exposición y el debate entre especialistas de los resultados alcanzados por la Arqueología cubana durante los años más recientes, gracias al trabajo sistemático y continuado de diferentes instituciones científicas —algunas de ellas también fueron coauspiciadores del encuentro— e investigadores independientes. Entre las primeras convocadas estuvieron el Instituto Cubano de Antropología (ICAN), el Gabinete de Arqueología de la Oficina del Historiador de la Ciudad, el Museo Antropológico Montané de la Universidad de La Habana, el Centro Nacional de Restauración y Museología (CENCREM), la Dirección Provincial de Patrimonio de Ciego de Ávila y la Academia Cubana de la Lengua (ACL) y la Academia Cubana de Historia (ACH).

De los participantes y los temas abordados

La apertura del Ciclo fue privilegiada, hubo una conferencia magistral por el Dr. Eusebio Leal Spengler, Historiador de la ciudad de La Habana, miembro de las Academias Cubanas de la Lengua y de Historia, y Maestro Mayor del Colegio San Gerónimo, que se desarrolló alrededor de la investigación y sus avances. En ella Leal afirmó rotundamente: "Es imprescindible investigar. Es necesario el encuentro con las fuentes del conocimiento".

Más tarde, en esta primera sesión correspondiente al martes 21, se escucharon las conferencias: "La industria de la madera en el Caribe antiguo" por el Dr. Gabino La Rosa de la Academia Cubana de la Historia y "Las maderas en objetos aborígenes cubanos" por la Dra. Raquel Carreras de la UNEAC; muy necesarias estas para explicar algunos rasgos poco conocidos de ese material y su elaboración por los aborígenes, así como de la importancia de su conservación. Tal aspecto de la cultura antigua de Cuba, ha cobrado mayor relevancia a partir de la década de los noventa debido a las investigaciones que se llevan a cabo en el Sitio arqueológico Los Buchillones en Ciego de Ávila.

El miércoles 22 se trató acerca de "Los últimos 50 años de la Arqueologia en Cuba" por el Dr. Gerardo Izquierdo, subdirector científico del ICAN. La disertación consistió en un amplio análisis de los antecedentes y la evolución del Departamento de Antropología de la Academia de Ciencias de Cuba, refundada por el Dr. Antonio Núñez Jiménez en 1963. Izquierdo dividió en varios períodos su estudio:

• 1963 "Año de la Institucionalización" -1973, fundación del Depto. y creación de su primera sede, de los grandes temas de investigación, de expediciones científicas, y de las publicaciones, entre las cuales se encuentra la Editorial Academia, que permitieron recoger y socializar los resultados obtenidos en esta etapa, tanto en la investigación como en la docencia;

 

 1973-1983, creación del Instituto de Ciencias sociales y Humanísticas (ICSO); fundación del Departamento centro-oriental de Arqueología; publicación del libro El Taíno de Cuba, que sintetizó el trabajo de doctorado de José M. Guarch, bajo cuya tutela estuvo el Departamento antes mencionado. y sus investigaciones de innegable trascendencia para el desarrollo de la Arqueología cubana (excavaciones en Buchillones y en el sitio cementerial Chorro de Maita, en Banes, Holguín, transformado después en Museo).

 

 1991-2000: excavaciones en la región central de Cuba. en particular del Sitio arqueológico Los Buchillones.

 

 2000 a la actualidad: importantes hallazgos en la región occidental, en el Sitio arqueológico de Canímar Abajo, que permiten fechar la antigüedad de los antiguos poblamientos hasta 6000 o 7000 años atrás, superando lo anteriormente estudiado en la región oriental de Cuba; desarrollo del enfoque inter y multidisciplinario en las investigaciones arqueológicas. lo cual ha enriquecido las perspectivas del conocimiento científico; publicaciones dirigidas a la enseñanza media. Cuaderno de Historia aborigen de Cuba y Las comunidades aborígenes en la Historia de Cuba, entre otros, que amplían la difusión de estos temas entre los estudiantes y lectores jóvenes.

A continuación se efectuó la conferencia "Arqueología y Antropología: el Sitio Canímar Abajo, Matanzas" por el Dr. Roberto Rodríguez investigador del Museo Antropológico Montané, quien se refirió a las características específicas del sitio en relación con otros estudiados con anterioridad en Cuba y otros países de la región Caribe, a los métodos empleados y a los aportes,  que próximamente serán publicados,  sobre todo los concernientes al manejo del entorno de las poblaciones implicadas, que nos remiten al reconocimiento de un nivel de sedentarismo mínimo, pero imprescindible, con mira a pasar a un nivel donde se practicaban cultivos para la subsistencia. Esto causará una ruptura con los modelos teóricos que hasta ahora caracterizaban a las poblaciones más antiguas del archipiélago cubano únicamente como pescadoras-cazadoras-recolectoras.

"Las plazas ceremoniales en la cultura taina" fue el tema abordado por el Dr. Daniel Torres Etayo del CENCREM; se presentaron resultados,  aún parciales, de un proyecto de investigación (2005 a la actualidad), que se está ejecutando en diferentes sitios arqueológicos del municipio Maisí, en Guantánamo: Pueblo Viejo, Monte Cristo, San Lucas y Laguna de Limones, para comprobar mediante el uso de métodos diversos, la existencia, estructura y funciones de los bate­yes, plazas o centros con fines ceremoniales vinculados al juego de pelota entre los taínos, y si estos son, o no, de algún modo similares a los que han sido estudiados en otros sitios de las Antillas mayores, Puerto Rico y República Dominicana, y, con menos frecuencia en las Antillas menores. Indudablemente los hallazgos realizados permiten hablar con certeza en cuanto al uso de técnicas de transformación del terreno, para un uso no agrícola, y también en ciertos casos apuntan hacia el dominio del encauzamiento artificial del agua de lluvia con el fin de disponer de una reserva extra de este líquido. También advierte el conferencista de la necesidad imperiosa de preservar y proteger estas áreas como patrimonio local, al menos, para evitar que destruyan por nuevas construcciones, aún sin estar debidamente estudiadas.

Por último, en la sesión del jueves 23 de febrero se presentaron tres conferencias excelentes. La primera estuvo a cargo del biólogo, Dr. Carlos Arredondo, Investigador del Museo Antropológico Montané y se tituló "Representación de animales en el arte aborigen". En su intervención se acentuó la significación que tenían las piezas estudiadas, provenientes de distintas colecciones, en ellas se revelaban ante todo, la calidad de la observación realizada y el conocimiento que tenían los aborígenes de la biota circundante. De dichas piezas se extraían los rasgos fundamentales de los animales representados en materiales pétreos, cerámicos o que tenían un soporte propiamente faunístico: huesos del manatí, dientes del delfín, de conchas de moluscos, etc.

Todo lo cual permite al investigador deducir que "fueron los primeros naturalistas de Cuba" y que no realizaron estas obras solamente como objetos que reproducen el medio donde vivían —cuyo valor artístico es reconocido en épocas más recientes—, sino que tenían en cuenta en tal acto un procesamiento de elementos específicos relativos a los animales representados en cada caso, como ejemplares de una especie animal dada; lo cual también expresa un saber acumulativo que se trasmite a su colectividad voluntariamente, a través de cada obra.

"Buchillones un sitio arqueológico excepcional" es el título de la segunda exposición, ilustrada bellamente con imágenes a colores —al igual que las mentadas anteriormente— por el MSc. Adrián García, investigador y museólogo de la Dirección de Patrimonio de Ciego de Ávila. Su objeto principal fue dar a conocer las investigaciones en el sitio arqueológico de Buchillones o Los Buchillones (denominación que procede de uno de los apellidos predominantes en el poblado de pescadores avileños de Punta Alegre, en la costa norte del municipio Chambas, Ciego de Ávila). En este sitio se han hallado y fechado con carbono 14, evidencias arqueológicas que corresponden a un rango temporal que abarca entre los años 1220 y 1690 (finales del siglo XVII), hechas en madera, bajo el agua de mar. Muchas de estas corresponden a restos de viviendas de aborígenes: estructuras de construcciones circulares, incluyendo bases de horcones, postes, soleras y pedazos de techo de guano, en estado de conservación bueno. Estas investigaciones tienen una importancia excepcional para Cuba y el Caribe, donde nunca antes se habían encontrado una muestra tan grande, más de mil quinientas piezas colectadas, por ahora, realizadas en madera, con el uso de distintas técnicas. La participación del arqueólogo e historiador cubano Dr. Jorge Calvera ha sido decisiva, desde su llegada al sitio en 1983 hasta el momento actual, en especial en la etapa de 1989 a 1998. Esta investigación también señala un cambio de paradigma en las investigaciones arqueológicas donde se han introducido técnicas y métodos propios de los investigadores cubanos, e intercambiado con arqueólogos canadienses, ingleses, etc., sobreponiendo los marcos teóricos establecidos con anterioridad por los investigadores estadounidenses y soviéticos.

La breve conferencia del lingüista Dr. Sergio Valdés Bernal, bien conocido por sus trabajos sobre la familia de lenguas aruacas (por ejemplo, Las lenguas indígenas de América y el español de Cuba, Editorial Academia, 1991, Tomo I y II), particularmente en las Antillas mayores y meno­res. El Dr. Valdés Bernal fue portador de elementos científicos que nos confirman, hasta ahora, un origen común vinculado a la familia de lenguas aruacas para todos los hablantes aborígenes; si bien hay que tener en cuenta que, estos se establecieron en distintas épocas, por oleadas sucesivas (factor cronológico), y que generalmente se asentaron en algún lugar, sin retorno al continente (dando lugar a variaciones lingüísticas locales), a causa de lo cual, perdieron el contacto con las tribus aruacas Suramericanas. Tal situación sería una de las explicaciones que se pueden ofrecer para el caso de los guanahatabeyes, al parecer pobladores muy antiguos de nuestro archipiélago, cuya lengua no pudo ser entendida por el interprete lucayo que acompañaba a Cristóbal Colón, afirmó el profesor Valdés Bernal.

El conferencista destacó que en el momento de los primeros contactos entre europeos y aborígenes, ya existía una verdadera cultura entre los últimos, de cuyas manifestaciones se valieron primero los "descubridores" y después los conquistadores y colonizadores, que hicieron apropiaciones de los conocimientos y prácticas aborígenes en diversos campos (geografía, agricultura, cerámica, técnicas de navegación marítima y fluvial, uso del tabaco, etc.), que les permitieron sobrevivir, e incluso enriquecer con "antillanismos" (propios de los aruacos insulares) la lengua española.

Paradigmas que aún se sostienen en los libros de Historia de Cuba sobre los aborígenes

Todavía, a pesar de este movimiento del pen­samiento científico, e histórico, se mantienen en la enseñanza de la Historia de Cuba argumentos teóricos tales como:

• El bajo nivel de las culturas aborígenes caribeñas en comparación con el de las grandes culturas del Mesoamérica y Suramérica, hacen que sus aportes a la cultura cubana sean de poca o ninguna trascendencia, y por ello no se difunden, ni estudian en los programas educacionales. No existe la raíz aborigen (aruaca) en la cultura cubana.

 

La total extinción de los aborígenes cubanos en la historia posterior a la conquista (alrededor de 1540), no dejó huella de ellos en la sociedad criolla, y mucho menos en la cubana.

Esperemos que muy pronto, pues, la necesidad de mayor ilustración acerca de estos temas históricos y culturales es urgente. vean la luz publicaciones que reflejen los avances científicos que ocurren en las ciencias cubanas, desde hace varias décadas. en torno a los actores y agentes de la historia más antigua de Cuba, y que este acervo sea incorporado definitivamente a nuestra conciencia colectiva,  alcanzando un auto reconocimiento de por qué somos también, y con gran dignidad, miembros de la gran familia de los pueblos originarios de Nuestra América. Esta es nuestra primera raíz, de las tres que, sin menoscabo alguno de una por otra, constituyen la nación, nacionalidad y cultura cubanas.

Lohania Aruca Alonso
carua@cubarte.cult.cu

Publicado, originalmente, en
Cuba Arqueológica | Año V, núm. 1 | 2012 http://www.cubaarqueologica.org/
Link del artículo: http://www.cubaarqueologica.org/document/ra5n1-10.pdf

Autorizado  por la autora, a la cual agradecemos.

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