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Avances de la Cultura en Cuba: el empoderamiento de las mujeres
por Lohania Aruca Alonso
carua@cubarte.cult.cu

 
 
La historia política de Cuba en los momentos actuales está marcada por un giro radical: el 48,8% de los miembros electos para integrar la Asamblea del Poder Popular, son mujeres, que se han convertido en diputadas, en agentes activos del futuro de Cuba.  Estos resultados,  a escala provinciales y nacional -conocidos y muy comentados,  nacional e internacionalmente-  señalan un hito en el protagonismo de la mujer cubana, con personalidad plena política e histórica.

Desde luego, también se reconoce que el mentado cambio es fruto de más de 50 años de trabajo a favor de la mujer en Cuba, de su crecimiento en el aspecto educativo y cultural; justamente este es uno de los indicadores más notables del proceso revolucionario cubano, pues, es sabido que en la estructura de cualquier sociedad  la parte femenina tiene un peso fundamental, tanto cuantitativo como por su rol reproductivo biológico y cultural, y que se multiplica ese valor cuando se trata con mujeres cultas, con independencia económica y de pensamiento.   

Los logros sistemáticos en la incorporación de las mujeres urbanas y rurales,  a la educación, la elevación constante de su superación hasta alcanzar un alto nivel profesional, unido al acceso de la mano de obra calificada femenina en una magnitud similar a puestos de trabajo a niveles correspondientes, fueron creciendo sostenidamente. El apoderamiento femenino de ocupaciones de requerimientos científicos muy rigurosos (de total consagración) ha incrementado la responsabilidad individual femenina, su pertenencia política y su autoestima. En consecuencia, ha ocurrido un ascenso paulatino hacia las tareas de dirección en diversos sectores económicos, políticos y culturales claves. 

No menos determinante, en la referida transformación de la estructura socio cultural cubana,  ha sido la voluntad política del Partido Comunista de Cuba,  de la alta dirección del gobierno y del Estado cubanos, dentro del cual se aprecia la positiva labor de la Federación de Mujeres Cubanas, fundada y presidida muy tempranamente (23 de agosto de 1960) por una combatiente revolucionaria probada, la ingeniera Vilma Espin Guillois,  a instancias del propio líder del proceso revolucionario Fidel Castro Ruz.     

El hecho histórico comentado, reitero que es trascendental no solo para Cuba, también repercute en las Américas y el Caribe; además, aparece unido a otra situación histórica de gran importancia: el cambio generacional dentro de la dirección del Partido y el gobierno de la Revolución Cubana.     

Es revelador el drástico cambio de mentalidad entre mujeres y hombres en cuanto a la posición laboral en que se ha situado la parte femenina de la sociedad cubana. En los años sesentas del pasado siglo,  los filmes cubanos como “Lucía” o “Teresa”, mostraron el subdesarrollo que se padecía a través de la discriminación contra la mujer (machismo),  en particular relacionado con la salida de ellas de la esfera privada, o doméstica, hacia la esfera pública, en la actividad laboral y/o social y política. Sin obviar que todavía subsisten rasgos machistas en el momento actual -a veces debido a una incorrecta educación familiar o escolar- en la vida pública se aprecian situaciones muy positivas de respeto hacia la mujer trabajadora, sea joven o adulta mayor, inclusive en los centros laborales cuya plantilla ha sido tradicionalmente masculina: por ejemplo, agricultura,  construcción, puertos…y prácticamente en todas las ramas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias: evoco a las que forman parte de las Tropas Guardafronteras ubicadas en el mismo límite con la abominable e ilegal Base Naval de los EE UU en Guantánamo. 

No ha sido fácil la integración de la mujer a la esfera pública productiva,  pero se ha logrado;  a pesar de que ellas, en la vida real continúan siendo un pilar primordial para la ejecución de las tareas domésticas, el cuidado y la educación de los niños y las personas ancianas. Es por ello, que se debe intensificar la atención y solución de los problemas en esta línea esencial del socialismo cubano. La mujer requiere de un respaldo decidido y consciente en la vida cotidiana, de parte de su pareja, la familia y la sociedad: más y mejor equipamiento electrodoméstico, a precios asequibles, con un mantenimiento garantizado; una mejoría en el servicio de transportación urbano y suburbano, particularmente en los horarios pico de entrada y salida de trabajos, círculos infantiles, visitas a hospitales u otros centros de salud; servicios de apoyo al trabajo domestico tales como tintorerías, lavanderías, centros gastronómicos con ofertas de calidad y precios bajos que alivien la pesada carga del hogar.   

Es necesario el reconocimiento social explícito, por ejemplo a través de la presencia femenina representativa en los medios de comunicación masiva, socializando sus experiencias laborales y personales o familiares; la propaganda dirigida contra la subsistencia de manifestaciones machistas, de discriminación o de violencia de cualquier índole, incluido el acoso sexual. Por otra parte, la identificación y el rescate de la obra de las mujeres que han participado en nuestra historia, desde distintos campos y situaciones, constituye una acción imprescindible, para reflejar con mayor exactitud cuál es la sociedad cubana a que aspiramos.   

La crítica a patrones de comportamiento negativos en la vida social,  que no se avienen con el protagonismo y prestigio ya alcanzados, debe ser fruto de análisis profundos y serios, que busquen soluciones efectivas y no el maquillaje o choteo acerca de realidades dolorosas, como es el caso de la prostitución de mujeres y hombres jóvenes en un segmento relativamente pequeño la Cuba contemporánea.   

La imagen más representativa y valiosa de la mujer cubana de hoy,  y del futuro cercano, es la que refleja a cientos de miles de jóvenes trabajadoras, campesinas, técnicas, científicas, creadoras del arte en todas sus manifestaciones, de la literatura, a las que cumplen misiones internacionalistas o duplican sus labores como diputadas en las distintas instancias del Partido Comunista de Cuba y del Poder Popular.  Ellas se hacen una en las madres y abuelas,  son el modelo ideal, el paradigma de vida a tener en cuenta y a multiplicar a través de todos los medios posibles, particularmente al extenderles nuestra más sincera felicitación por el Día Internacional de la Mujer.-

La Habana, jueves, 07 de marzo de 2013

Lohania Aruca Alonso
carua@cubarte.cult.cu

Publicado, originalmente, en el Portal Cubarte  http://www.cubarte.cult.cu/ , el 8 de marzo de 2013
Link del artículo: http://www.cubarte.cult.cu/periodico/opinion/avances-de-la-cultura-politica-en-cuba-el-empoderamiento-de-las-mujeres/24201.html

Autorizado  por la autora, a la cual agradecemos.

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