Yo te amo verde, tuya soy velero 
Maritza Álvarez

Fotografía: Maritza Álvarez

En el juego de un niño nació

Un barco hecho de tronco y ramas

Mi vida siempre te buscó y esperó

Cuando el alma dormía en su cama

La naturaleza al amparo de los inocentes

Todo un mundo pintado e irisado

En amarillo-verde puro y silvestre

He pisado tu alfombra de hojas secas

Colores  que por un ángel fueron pintados

Me pierdo en tus dulces laberintos

Me pierdo en tu pureza y braveza

Como en el cuerpo de mi dulce amado

Paladines enamorados en los recintos

Nunca pudieron quejarse ni se negaron

Lejos quedaron sonidos duros y agrestes

Por un momento en mi mente olvidados

Sueños empapados en el riachuelo tuyo

Simple naturaleza en vivo, en rojo y en verde

Sonidos leves y diáfanos como un murmullo

Liberación total de los sentidos

La calma del agua que corre tibia y embrujada

La vida que salva y socorre mis desvaríos

Los sonidos de los pájaros que me enamoran

Cautivada me tienen en sus amoríos

Y la sombra de los árboles…

Mis árboles como una gran manada

Tratándome como a su bella amada

Me abrazan y besan al calor del día

Naturaleza seductora, común y estacionaria

Te comulgas en el alma mía

Haciéndote una conmigo

En solemnidad breve y autoritaria

En un acto de amor dulce y potente

Más en la impertinencia de la tarde

Hemos de separarnos sueño mío

Al verde, voy a mi verde

Tú al tuyo y no te contrarío

Tú sigue bañándote ingenua

Y riéndole a la tarde

Mariposa celosa de tus amoríos

Guerrera y fiel amante parto yo

¿Donde te guardo? Sólo yo lo sé

Hasta siempre, digo hasta siempre

En mi alma vivirás tú, eternamente…

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