La poesía de Miguel Angel Caballero Figún
Delfina Acosta

Siempre se ha dicho que la poesía social es un tramo duro de recorrer, pero cuando el poeta, como Miguel Angel Caballero Figún, militante apasionado del Partido Revolucionario Febrerista, ha optado por permanecer junto al dolor del pueblo, conviviendo con su dramatismo, la poesía se convierte en voz llena de lumbre. En sus poemas se encuentran versos de alta vertiente patriótica, combinados con un realismo lleno de sugerencias.

El vate imprime una elevada musicalidad a su poesía. La fuerza del compromiso social invade totalmente la obra. Por otra parte, sus escritos políticos revelan interpretaciones lúcidas de los acontecimientos de la gesta revolucionaria del coronel Rafael Franco, entre otros hechos de una época muy cercana a la memoria.

Este es un libro para leer y recordar la alta figura de Caballero Figún. Breve reseña: Asunción, 1944. Poeta, músico y periodista.

A muy temprana edad emigró con su familia a Montevideo. De regreso a su país natal, se dedica al periodismo y a la literatura. Durante algún tiempo es director del semanario “La República” y jefe de redacción del semanario “El pueblo”. De su autoría son los siguientes títulos Del tiempo gris y Los fuegos (1977), sus primeros dos poemarios, Los otoños (1978), ganador (en el género de Poesía) del segundo premio Municipal de Cultura, Las márgenes del cielo (1981), Los adioses (1987) y De la eternidad (1991). A mediados de los años ochenta, publica bajo el seudónimo de Blas de Añazco un violento alegato político y social con el título de Ecos del silencio.

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