Mark Jacobs 
Literatura y política
Delfina Acosta

EL escritor estadounidense Mark Jacobs estuvo en la redacción del diario ABC Color hace unos días. Cálido, rápido para las ideas, expresó su versión sobre literatura y política con un lenguaje preciso. Como autor de ficciones y conocedor de las ideas políticas, dijo que la función del escritor es muy importante dentro de la sociedad.

- Puede ocurrir que un escritor sea ampliamente reconocido por su virtuosismo literario y luego desestimado por su posición política dentro del gran público lector.

- En efecto. Hay que construir una literatura sana, independiente de la política.

- Oí decir a Jorge Luis Borges, en una vieja entrevista televisiva, que desestimaba la democracia. Decía que no creía en ella. ¿Qué opinión le merece la actitud del escritor argentino?


- Respeto mucho a Borges. Su obra es la de un genio, sin lugar a dudas. Pero creo que esa expresión incrédula ante la democracia fue formulada dentro de un contexto irónico.

- No parecía ser irónico.

- Pues bien. Hay que remontarse al tiempo histórico que le tocó vivir y a las circunstancias.

- Generalmente el poeta y el escritor transmiten a la sociedad una imagen de transparencia. Por esa razón, tal vez, la sociedad aguarda de ellos una reacción política correcta, acorde con las circunstancias y las disyuntivas de un proceso determinado.

- El escritor inteligente no tiene por qué sentirse presionado, no tiene por qué escribir una poesía, digamos, social. Debe hacer lo que le parezca pertinente.

Tensión constante

- Pero pareciera que, en nuestros tiempos, la gente exige más de los escritores. El pueblo, con sus necesidades, con sus problemas, aguarda de los escritores una actitud más política.

- Creo que existe, justamente por eso, una tensión constante, entre el discurso lírico del poeta y el deseo de escribir completamente libre de la demanda de las necesidades del pueblo. Para los poetas importantes, los poetas llamados grandes, esa tensión es algo necesario, que llega a mejorar las obras de los jóvenes que escriben, porque viven, reflexionan y son conscientes de esa tensión entre el recurso lírico y la realidad diaria que todos vivimos.

- ¿Cómo ve la política en el Paraguay?

- Estoy desactualizado, pues hace años que no vengo al Paraguay. Es así que no podría ser muy preciso en ese sentido. Mis vínculos con el Paraguay están basados en la experiencia que he tenido hace treinta años en el campo, donde hay mucha paz, pero también sufrimiento. Viviendo dos años en el campo, construí una escuela primaria con la comunidad de padres así como parques infantiles en la pequeña compañía llamada Potrero Yapepó (cerca de San Pedro del Paraná).

- Hacer periodismo es apasionante. El periodismo tiene mucha influencia sobre las personas, sobre los lectores. ¿Cómo un escritor que también es periodista puede manejar su lenguaje?

- Es un desafío tremendo. Ha sido un desafío para mí porque yo antes trabajaba como diplomático, pero escribía a la vez mis ficciones. Por lo menos, en mi caso personal, lo que tenía que hacer era dividir el cerebro en dos, casi. Psicológicamente era una división de labor. Cuando estaba en una embajada debía concentrarme (totalmente) en mis trabajos diarios. Pero al llegar a casa, cerraba la puerta y pensaba en otro mundo. Es una disciplina difícil, pero a la vez necesaria, desde mi punto de vista.

- ¿Cómo ve la producción literaria paraguaya?

- Conozco la obra de Elvio Romero. Su poesía es monumental. Me fascina y siempre me ha fascinado la obra de Augusto Roa Bastos, que es el grande que todos conocemos. Conozco menos de la generación actual. Mientras estoy en Paraguay procuro ponerme a ritmo con lo que va pasando con la literatura paraguaya, que yo creo que está viviendo una época muy interesante. Debería haber poetas, novelistas y cuentistas importantes que salgan a la luz.

- Algunas palabras que quiera dar a conocer...

- La creación literaria tiene más que ver con el trabajo que con la inspiración. La inspiración es necesaria, pero días tras día, hora tras hora, tienes que sentarte a trabajar. No hay remedio. Si no te gusta trabajar, es mejor que te busques otro empleo.

- De hecho es así. Hay que trabajar mucho.

- Yo escribo los siete días de la semana. Cada día dedico tres o seis horas a la literatura.

Reseña biográfica de Mark Jacobs

Escritor norteamericano y ex diplomático. Mark Jacobs ha publicado sus ficciones extensamente. Hasta la fecha ha publicado 70 cuentos cortos en revistas estadounidenses del ámbito comercial y literario, como The Atlantic Monthly, The Iowa Review, y The Southern Review. Su cuento “How Birds Communicate”, que toma lugar en Paraguay, ganó el Primer Premio de Ficción de The Iowa Review. Además, Jacobs ha publicado cuatro libros, dos de ellos novelas y dos colecciones de cuentos. En la actualidad, su nueva novela, FORTY WOLVES, que toma lugar en Turquía, está siendo presentada a las casas editoriales de Nueva York.

Jacobs comenzó su carrera internacional como voluntario del Cuerpo de Paz en el Paraguay en 1978. Jacobs, doctorado en Literatura Inglesa con una tesis sobre el novelista Thomas Hardy, ingresó en el cuerpo diplomático en 1984. Trabajó en embajadas y consulados en Bolivia, Turquía, España, Honduras y Paraguay. En Paraguay fue jefe del entonces USIS. Dejó el servicio diplomático en 2002 para dedicarse exclusivamente a escribir. Habla turco, español y guaraní.

Actualmente Jacobs vive en una pequeña finca en el sur de Virginia, y ejecuta guitarra en un conjunto que se llama The Double Crossed Band (doublecrossedband.net)

“Ningún escritor es tan brillante como Mark Jacobs en explorar el rico mundo ficticio del norteamericano en el extranjero. Combina las tradiciones literarias de Henry James y Graham Greene en una obra que es verdaderamente suya y verdaderamente maravillosa. A HANDFUL OF KINGS es su mejor libro hasta la fecha”, opina Robert Olen Butler, autor de A STRANGE SCENT FROM A GOOD MOUNTAIN, y ganador del Premio Pulitzer.

Delfina Acosta
ABC COLOR, Asunción, Paraguay, 3 de febrero de 2008

ABC COLOR

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