José Luis Ardissone
Historia del teatro Arlequín
Delfina Acosta

Segunda Parte de una Historia de 1999 a 2007, o dicho más fácilmente, la historia del teatro Arlequín, es un libro que luce por todos los costados. El texto lleva el sello editorial de Arandurá y fue publicado mediante el apoyo del Fondec.

Sabemos que el teatro en el Paraguay es una parte viva y necesaria de la comunidad; su presencia a través del tiempo facilita el registro del crecimiento artístico de la sociedad.

José Luis Ardissone recopila en el texto de marras, las publicaciones en diarios y revistas sobre los dramas y las comedias montados en el teatro Arlequín. Ergo: monta una historia itinerante que arranca y permanece en la emoción.

En las recordaciones están presentes los ausentes.

Hay cientos de fotos donde se puede observar la vida artística que siempre genera el arte escénico.

Ardissone ha realizado un puntilloso trabajo de recolección de obras que fueron a las tablas exponiendo los más diversos títulos. Por ejemplo: Hijo de hombre. Otro ejemplo: El lazarillo de Tormes. Más ejemplos: El médico a palos; Abran cancha que aquí viene Don Quijote de la Mancha; La casa de Bernarda Alba; La muerte de un viajante.

Cuánta memoria de artistas conocidos y aplaudidos.

Dice en el libro el autor: “La maldición se rompió el día que Arlequín levantó el telón por primera vez, y si bien, aquel viejo castillo de Villa Morra ya no existe...”

Se refiere a la antigua morada del Arlequín Teatro. Y habla de las más de 140 obras puestas en escena y una existencia de veinticinco años.

El solo hecho de haber levantado un teatro en el Paraguay es un éxito infinito.

Recordar la historia, traer a las páginas las fotos, comentar las experiencias vividas en el teatro, que tanto le dio a la sociedad, es labor digna de un largo aplauso.

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