Hades

Delfina Acosta

La primera señal: te salen lágrimas,

y escribes, sin querer, mejores versos.

Se apagan los faroles de la cuadra,

pero tus ojos brillan más atentos.

Y hay dos señales: si con él te cruzas

es como si te diste vuelta a verlo.

La cerrazón que cae sobre tu alma

te lleva a presumir que ya es invierno.

Si habré escuchado historias en mi vida:

Érase una que bajó al infierno

donde perdió a su amante. Y hubo un ánima

por siempre enamorada de un espectro.

Y hay más relatos. Y éste es muy contado:

Dirá que al bosque irá por un momento.

Te besará como quien va por más

cerillas. Nunca volverás a verlo.

Delfina Acosta
Del libro Querido mío:

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