Armando Almada Roche
Flores, el exilio y la gloria
Delfina Acosta

Ha sido presentado al público lector el libro Flores, el exilio y la gloria, del escritor Armando Almada Roche.

El material literario lleva el sello editorial de Arandurã.

Inevitablemente, el lector, al hojear el libro, se encontrará sobrepasado ante una profusión de fotos (algunas viejas y otras recientes) que muestran al maestro José Asunción Flores en compañía de sus compañeros de exilio, así como durante su tránsito glorioso e inmortal, mejor dicho, su retorno póstumo a su tierra natal.

En el año 1991, Flores viene “a quedarse definitivamente” en el Paraguay. Sus restos mortales ya encuentran lecho en suelo paraguayo.

Los griegos estilaban mandar a vivir en parajes lejanos a sus enemigos, para castigarlos. ¿Cómo no agotarse, cómo no sentir que languidece la alegría mientras el corazón se empeña en no perder la memoria del patio de la casa, de las murallas de las casonas del pueblo, de los amigos de la infancia?

Si en algo le dolió la existencia al creador de la guarania, fue en el despojo de la tierra que fue su madre.

Nació en la Chacarita (Asunción), el 27 de agosto de 1904.

Era impensable en época del dictador Alfredo Stroessner repatriar los restos del maestro. La dictadura mandaba acorralar todo tipo de pensamiento liberal. Así y todo, Alcibiades González Delvalle escribió un artículo para el diario ABC color, correspondiente al año 1979, donde pedía que se hiciera justicia con uno de los más eminentes artistas del Paraguay.

El escritor y periodista ubicaba en su exacta dimensión el drama del músico contra quien la tiranía se volvía inclemente.

SOLEDAD

El infortunio de la soledad en Buenos Aires, junto con sus amigos también exiliados, marcó la existencia de aquel “aprendiz” de la Banda de Música de la Policía.

Luego, lo que no se puede detener y lo glorificó: la creación de un género musical, de corte nostálgico, el crecimiento del genio creativo, el reconocimiento a su labor artística. Pero más tarde, la muerte, el dolor y los trámites para repatriar sus restos mortales.

Viendo las fotografías de emocionadas personas acompañando los actos ceremoniales en honor del maestro, se entiende la real dimensión de esa suerte de rescate del hijo que yacía, aislado en su soledad de muerto, en tierra ajena.

¡Y hacía tanto tiempo ya que la muerte le había salido al paso, tres meses antes de cumplir 68 años, el 16 de mayo de 1972, en Buenos Aires!

Creo que, en cierta manera, la repatriación de sus restos se convirtió en una causa nacional. O símbolo.

Al traerlo de la Argentina al Paraguay, pareciera que se hubiera rescatado al arte paraguayo que se agrandó en la lejanía. De alguna manera, el creador de “India” volvió a echar los párpados sobre su terruño.

El regreso fue florido, nervioso, animado, lleno de sentimientos encontrados, de lágrimas, de serenatas, de saludos, de aplausos y de flores. Estuvieron presentes artistas y autoridades, como lo certifican las numerosas fotografías que Armando Almada Roche incorporó al libro.

En el texto el lector puede acceder a notas escritas por Carlos Federico Abente, Josefina Plá, Nicolás Guillén, Pablo Neruda, Elvio Romero, Rubén Bareiro Saguier, Susy Delgado, Ben Molar, Ariel Ramírez, Hugo Del Carril, Alberto Ginastera, Mikis Theodorakis, Raúl González Tuñón y otros más.

COMISIONES DE REPATRIACIÓN:

ASUNCIÓN:
Agustín Barboza
José Antonio Galeano
Alcibiades González Delvalle
Carlos Petengill
Gilberto Rivarola
Roberto Romero
Saúl Romero
Gloria Rubín
Ticio Escobar

BUENOS AIRES
Carlos Federico Abente
Arnaldo Valdovinos
Ariel Ramírez
Oscar Cardozo Ocampo
Nelly Prono
Galo Achar
Elvio Romero
Alfonso Guerra

Oscar Clérici
Edgar Valdez
Ramón Maciel Romero
Marcelino Gamarra
Gilberto Ramírez Santacruz
Alberto Barret
Miguel González Cappello

CONCIENCIA NACIONAL

En este libro, que nació con hambre de grandiosidad, evidentemente, se leen los homenajes póstumos de distintas personas del quehacer cultural paraguayo y latinoamericano.

La conciencia nacional encontró en la figura del maestro un espejo en el cual mirarse.

Flores representa lo nuestro, el destino de la gente paraguaya que en el extranjero muere de nostalgia y halla en la guarania la articulación de los sonidos de su tierra.

Es admirable cómo Armando Almada Roche ha podido reunir una enorme cantidad de documentos fotográficos y textos de aquellos compañeros suyos de la generación del 40 que formaban el grupo Vy’a Raity.

Creo yo que nadie ha faltado a la fiesta, o sea, al libro. Todos los que amaron, respetaron y admiraron la figura del creador de la guarania están presentes en el material literario, de contextura titánica.

Delfina Acosta
ABC COLOR, Asunción, Paraguay, 7 de setiembre de 2008

ABC COLOR

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