Antonia Álvarez Álvarez
A pesar de las sombras
Delfina Acosta

Antonia Álvarez Álvarez es una meritoria poetisa de España. Ganando premios en concursos de poesía, Antonia Álvarez Álvarez hace llegar su genuina voz poética a los lectores de habla hispana.

En primer lugar, causa un íntimo goce la musicalidad, el ritmo, el acompañamiento perfecto del sonido hallados en sus versos (casi todos alejandrinos).

Este siglo en el que se agolpan los versos libres recoge con satisfacción la estructura alejandrina de la autora, quien va entrando en el alma, en la sangre y en el correr de los días de una naturaleza esplendente, rebosante de fuerza, pero a veces enfermiza.

Su libro, ganador del “Premio VII Certamen de Poesía Iberoamericana Víctor Jara”, lleva el sello editorial de la colección “mar adentro”.

Su obra no cae, como otras obras, en el lujo falso de una terminología rebuscada y compleja. La claridad es un hecho rotundo, personal y pleno de conciencia poética en su poemario ganador A pesar de las sombras.

Hay tantos poemas suyos que recorren el cuerpo de la Tierra. Poemas escritos con dominio del lenguaje y con una poesía que aborda cientos y cientos de paisajes y caminos naturales.

Reverbera, canta, ríe “Todo” en sus poemas, y “Todo” a su vez es llevado y traído por la ausencia y el dolor.

Las palabras de esta Antonia Álvarez Álvarez están hechas con una poesía sencilla, sonora, plena de humanidad.

Breve reseña de la autora:

Nació en Bavia, León. Es licenciada en Filología Románica por Salamanca y Oviedo. En estos tres últimos años ha recibido varios premios y accésits, como el XIV Premio Internacional de Poesía “Antonio Alcalá Venceslada” y el III Premio “Nicomedes Sanz y Ruiz de la Peña”, del Ateneo de Valladolid, entre otros. Tiene cuatro poemarios publicados. Es miembro de la Asociación de Escritores de Asturias.

         Hierve en dolor el alma

Hierve en dolor el alma. Se quejan en silencio
las lástimas más hondas que habitan la penumbra
del corazón, zozobras de ríos que no cesan
pierden por el camino las notas de la música
(alegre entre las guijas albeadas de su fondo),
calla su trino el pájaro, ya mudo, y se le anubla
el florecer del cielo, el aire, el nido, el árbol,
las tardes de abril vivas, incandescentes, puras...,
calla su voz el viento vencido de un noviembre
que clava en los costados quejidos como agujas
de frío y desespero, el día viste largos
amaneceres de odio y noches que son tumbas,
los ojos se deshojan, ahítos de una triste
remota marejada, y oscurecidas, sucias
palabras sin regreso, sin ancla, sin destino,
naufragan en su nada,
su no, su sin, su nunca.

Delfina Acosta
ABC COLOR, Asunción, Paraguay, Domingo 7 de diciembre de 2008

ABC COLOR

Ir a índice de América

Ir a índice de Acosta, Delfina

Ir a página inicio

Ir a mapa del sitio